¿Qué síntomas tiene y cómo se trata la alergia al frío?
La urticaria a frígore es un tipo de urticaria crónica causada por la exposición al frío. Los síntomas habituales se presentan pocos minutos después de ser sometida la piel al frío. Consiste en picor intenso de la piel, el enrojecimiento de la misma e incluso la hinchazón.
Para el paciente puede llegar a ser muy molesto ya que en invierno tienen que tener especial cuidado al salir al exterior o al montar en moto. Si no cubren bien toda la piel con gorros, guantes o bufandas pueden presentar los síntomas en la piel no cubierta.
Se puede dar tanto en zonas expuestas de la piel (brazos, manos, cuello) o al ingerir bebidas o alimentos fríos, como el helado o los refrescos en verano. También puede producirse tras lavarse con agua fría o con la inmersión en agua a baja temperatura en la piscina o la playa.
A veces la gravedad se incrementa
La exposición súbita al agua fría, como tirarse al mar o la piscina en verano puede desembocar en síntomas mucho más graves, sobre todo si afectan a las vías respiratorias, llegando al shock anafiláctico o reacción alérgica grave.
Consiste en una respuesta global de las defensas del cuerpo que desembocan en ahogo, mareo, pérdida de conocimiento, bajada de tensión e incluso la muerte en situaciones extremas.
Hay en muchos casos una predisposición hereditaria a padecerla, siendo común que aparezca la urticaria en varios miembros de la misma familia.
¿Cómo se diagnostica?
Se suele utilizar el test del cubito de hielo. Se aplica en el antebrazo durante unos minutos y se registra el tiempo en el que aparezcan los síntomas. Con ello se puede conocer el riesgo futuro de reacciones, ya que hay una correlación entre ese tiempo de aparición de los síntomas y la gravedad de los síntomas.
¿Cómo se trata?
El objetivo es que el paciente presente una vida normal y satisfactoria, perdiéndole el miedo a la exposición al frío. Se suele conseguir con frecuencia utilizando antihistamínicos de última generación que no producen somnolencia, en la pauta y dosis establecida por el alergólgoo.
La adopción de medidas de prevención tiene mucho sentido para evitar que haya exposición al frío. Es necesario abrigarse según la temperatura ambiente tanto en invierno como en aquellos días con viento que bajen la temperatura, no dejando más que el mínimo imprescindible de piel expuesta.
Por último, hay casos graves donde se ha aplicado un nuevo grupo de medicamentos conocidos como anticuerpos monoclonales, presentando una buena respuesta frente a los síntomas.