Viajar con alergias
Los alérgicos a alimentos se las ingenian para solventar los problemas que se encuentran durante sus viajes.
Casi uno de cada diez han tenido reacciones alérgicas (moderadas o graves) mientras viajaban en avión. Y no están muy satisfechos con la atención recibida, ya que sólo un tercio de los que pidieron condiciones especiales durante el vuelo fueron atendidos como su enfermedad lo requiere.
Por ello la línea aérea es tenida en cuenta a la hora de planificar el viaje, ya que en muchas se sirven comidas sin avisar a los que padecen alergias.
[quote align=»left» color=»#999999″]Viajar con alergia a alimentos puede suponer riesgos, aunque los pacientes toman distintas y curiosas medidas para evitarlas
Los pacientes con alergia a frutos secos eligen los destinos según su enfermedad: no se sienten cómodos en China, ya que se emplean muchos frutos secos en las comidas. Además temen que el idioma pueda acarrearle dificultades en los restaurantes.
La disponibilidad inmediata de cuidados médicos cercanos en el destino hace que el paciente se «arriesgue más» en situaciones consideradas de riesgo. Por ejemplo una paciente no se atrevió a ir a Kenia por la lejanía a los hospitales en caso de necesidad.
Y al contrario algunos pacientes repiten destinos porque allí se encuentren seguros, mientras que no se atreven a ir a nuevos paises por miedo a no estar seguros. Una viajera cuenta que se lleva seis autoinyectores de adrenalina en vez de los dos habituales por si acaso no encuentra ayuda médica