No siempre son necesarios los antibióticos
“En 1928 la contaminación accidental de una placa de cultivo por un hongo me llevó por otro camino. Yo estaba trabajando en un tema sin relación con los hongos o los antisépticos, y si hubiera sido miembro de un equipo trabajando en éste tema, es probable que hubiera tenido que desatender el suceso accidental (…) con el resultado de que la penicilina no se habría estudiado y no estaría aquí como un Premio Nobel”.
Este es parte del discurso de Sir Alfred Fleming en el banquete de los premios Nobel de 1945. A Fleming (y a Sir Howard Florey y Ernst B.Chain, que también obtuvieron el premio) le debemos muchas vidas, ya que abrieron la senda de los antibióticos modernos.
Un antibiótico es una sustancia química que mata o impide el crecimiento de ciertas bacterias, por lo que se utiliza en medicina humana y animal. Desgraciadamente no tienen ningún efecto sobre los virus, uno de los caballos de batalla de la Medicina en la actualidad.
La infección respiratoria es uno de los motivos de consulta más frecuente: hasta uno de cada cuatro pacientes en atención primaria lo hacen por éste motivo. En el podio se sitúan el resfriado común (40% de los casos) y la faringo-amigdalitis en el 15%. Ya estamos en otoño y empiezan a llegar las infecciones… como todos los años.
¿Quién no los ha padecido alguna vez en su vida? ¿Y quien no ha oído alguna vez “me voy a tomar un Clamoxyl a ver si me quito éste resfriado”? No es de extrañar que la amoxicilina esté entre los 5 medicamentos más vendido (junto al Nolotil, el paracetamol y otros).
Curiosamente, el resfriado común está producido por virus (rinovirus y corona virus) y la faringo-amigdalitis son víricas en el 90% de los casos en los adultos (50% en niños). Por lo tanto, mal que le pese a Fleming, las infecciones respiratorias más frecuente no se curan con antibióticos. Son procesos virales que se curan sin intervención médica (“siete días con medicamentos, una semana sin medicamentos”).
El consumo de antibióticos está vinculado a la aparición de resistencias a las bacterias. Es mas, cuando se reducen las prescripciones de antibióticos, se reducen las cepas resistentes. Afortunadamente desde hace unos años están exigiendo la receta médica para la dispensación de antibióticos en las farmacias españolas, lo cual hace más difícil el autoconsumo.
Y no es tontería, ya que las perspectivas son desalentadoras: no hay nuevos antibióticos en el futuro cercano, por lo que se prevé un panorama sombrío en cuanto a la disponibilidad de tratamientos antibióticos eficaces en el futuro.Mejor administramos bien lo que tenemos…
Discurso completo de Sir Alexander Fleming en el banquete de la entrega de los premios Nobel de 1945