En Andalucía aproximadamente la mitad de los pacientes alérgicos lo son a los ácaros del polvo doméstico. Y la otra mitad lo son a pólenes, de los que los más frecuentes son el olivo, las gramíneas, la parietaria y el chenopodio o cenizo. Estas causas no son excluyentes, es decir, un paciente puede ser a la vez alérgico a los ácaros y a los pólenes.