El caso del repartidor de jamones alérgico a las gambas
Un repartidor de 43 años notó síntomas de rinoconjuntivitis, picor y ahogo durante los días de trabajo (lunes a viernes), mejorando los fines de semana.
Se dedicaba al transporte de jamones en una furgoneta.
En una ocasión notó picor e hinchazón de labios tras comer gambas.
En el estudio alérgico realizado se comprobó la positividad a Tyrophagus putrescentiae, un ácaro del polvo que puede estar presente en jamones. El paciente se había sensibilizado por el contacto repetido con jamones curados en su camioneta.
Desde hace tiempo se conoce que hay una proteína (tropomiosina) presente en las gambas y que puede dar el fenómeno conocido como reacción cruzada en alérgicos a los ácaros. Es decir, si uno es alérgico a los ácaros del polvo, puede presentar problemas al comer gamas.
Éste caso curioso fue calificado como asma ocupacional por la inhalación de tyropahus en un transportartista con alergia a las gambas.