Es importante hacer una hidratación contínua de la piel. En los meses más fríos aumente la frecuencia de la aplicación.
Las cremas más grasas son más eficaces en la hidratación.
Es preferible el baño con agua templada a la ducha: favorece la hidratación, facilita la penetración de cremas y disminuye el estrés.
Las temperaturas elevadas del agua favorecen el picor.
El gel de baño dbe ser graso y con un pH fisiológico.
No use manoplas ni esponjas que puedan erosionar la piel.
Séquese suavemente, sin frotar con la toalla.
Después del baño aplique una crema o leche corporal emoliente para favorecer la hidratación de la piel.
Mantenga las uñas cortas y limpias para evitar el rascado (sobre todo nocturno) y la posterior infección
Use preferentemente ropa de algodón y lino que facilita la transpiración.
Las lanas, fibras sintéticas y pieles pueden empeorar el picor.
Lave la ropa con jabones neutros, aclarándola bien. No utilice suavizantes.
Si en el origen de su dermatitis atópica hay algún alimento implicado, deberá evitarlo.
De entrada debe evitar todas las dietas restrictivas que conlleven riesgo de malnutrición y afecten a la calidad de vida del paciente.
Deben evitarse los cambios bruscos de temperatura y humedad.
Los ambientes secos hacen que la piel pueda picar más.
Las alfombras y peluches pueden facilitar la concentración de polvo
Pueden bañarse tanto en el mar como en las piscinas: en momentos de brote deberá restringir los baños, ya que tanto la sal como el cloro pueden irritar más la piel.
Evite las horas de máxima intensidad de sol. Protega la piel con protección solar alta.
Cuide la piel después del baño: utilice cremas emolientes e hidratantes para evitar la irritación de las sales marinas y el cloro.
Realice sus actividades deportivas favoritas: no está recomendada la limitación.
Si la sudoración es molesta y aumenta el picor, consulte con el médico qué medidas se pueden tomar.
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