El ciprés siempre esta verde
El ciprés en los últimos años ha pasado de ser un árbol prácticamente desconocido y confundido con los pinos, a presentar niveles que afectan a los alérgicos.
La polinización del ciprés comienza a finales de invierno.
El ciprés presenta dos variedades: las arizónicas (cupressus arizonica) y el cipres común (cupressus sempervirens). Su nombre significa “siempre verde”, motivo por el que se usa éste árbol como adornos.
Es un árbol alto y elegante que puede vivir mucho tiempo (hay ejemplares con más de mil años). Tiene una madera ligera y resistente y se piensa que ni se pudre ni hay ningún insecto que lo pueda atacar
Aunque la idea del ciprés nos transporta a las colinas italianas de la Toscaza (Florencia, Pisa, Siena), se trata de un árbol más bien mediterráneo tirando hacia Grecia (Creta y Rodas), Turquía y Chipre (de hecho se cree que la palabra Cupressus deriva de Cyprus, o sea, Chipre en latín). Al parecer hace miles de años había grandes bosques de cipreses en el norte de África.
También tiene una simbología funeraria: hay quien piensa que apuntan al cielo y así ayudan a las almas de los muertos a ascender. Otros pensaban que el ciprés estaba consagrado al dios de la muerte porque sus raices nunca daban nuevos brotes una vez talado. Los más optimistas plantaban dos cipreses en las puertas de las viviendas para indicar a los viajeros que esa era una casa hospitalaria donde se ofrecía comida y cama.