Procesionaria del pino
Cada año durante la primavera suelen aparecer problemas dermatológicos causados por la procesionaria del pino, un insecto lepidóptero (mariposa) que coloniza los pinos de Europa del sur y del centro, donde es una auténtica plaga. También se puede encontrar en abetos y cedros.
El doctor Barceló comenta en el programa Andalucía Directo de Canal Sur TV la problemática causada por esta oruga que frecuentemente ataca los pinos del Sur de Europa.
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En los pelos está el problema
La mariposa Thaumetopoea pityocampa alcanza durante su crecimiento la forma de larva: son las temidas orugas. Para protegerse del ataque de otros depredadores se cubren de unas fibras y pelos que contienen una toxina, la thaumatopina. Puede penetrar en la piel y es la responsable de los síntomas.
El viento favorece la diseminación de los pelos de la oruga, que llegan a zonas desprotegidas (caras, manos, brazos….) pero que también pueden atravesar la ropa y clavarse en la piel.
Irritación o alergia
El contacto con los pelos de la oruga provoca normalmente síntomas locales por irritación o toxicidad. La thaumatopina o toxina de la procesionaria del pino puede producir distintos síntomas:
- piel: enrojecimiento, picor, ronchas e irritación.
- ojos: conjuntivitis e hinchazón
- oidos: irritación en el pabelló auricular.
En otros casos más extremos y afortunadamente más raros se pueden producir auténticas reacciones alérgicas por el contacto con la procesionaria del pino. Se trata fundamentalmente de personas con una alta exposición a las orugas de la procesionaria: jardineros, trabajadores del campo, guardias forestales.
En ellos la reacción alérgica es más rápida, dura más y produce síntomas con mayor intensidad que cuando se trata de una reacción de irritación. Se ha llegado a describir algún caso de anafilaxia (reacción alérgica extrema).
Fecha última revisión: 8 de marzo de 2017
Imágenes: RTVA / Ángel Torres / David Talens
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