Olivo, gramíneas y parietaria principales alergias de los malagueños durante estas fechas
Málaga se prepara para una temporada primaveral de alergias con adelanto de los pólenes estacionales provocado por las lluvias recogidas este invierno. El olivo, cuya floración no es simultánea en toda la provincia, se presenta como principal amenaza.
Desde hace ya unos semanas en Málaga y el resto de nuestro país sufrimos el periodo de alergia estacional. Por una lado la cantidad de lluvias recogidas durante el otoño y el invierno y por otro, una distribución de estas mucho más escalonada que en años anteriores.
El olivo se ha adelantado casi un mes sobre lo habitual, apareciendo a principios de abril
El Dr. José Manuel Barceló, alergólogo y jefe de servicio de alergia del Hospital Vithas Parque San Antonio afirma que «las lluvias de otoño e invierno están muy relacionadas con las alergias que sufrimos durante la primavera. Este año, además, ha traido consigo un adelanto en la llegada del que es, casi con toda seguridad, el polen estacional que más afecta a nuestra ciudad: el proveniente del olivo. Si por norma general este empieza a provocar los primeros síntomas a finales del mes de abril o inicios del mes de mayo, este año ha brotado a principios de abril, adelantándose casi un mes sobre lo habitual».
Más allá de este polen, hay otros dos que durante estos días traen de cabeza a miles de malagueños: las gramíneas y la parietaria. El primero de ellos se suele solapar con el del olivo compartiendo periodos de máxima influencia sobre la población.
La parietaria, por su parte, es mucho más perenne que los dos anteriores, ya que su floración comienza a finales de invierno (febrero e inicio de marzo) y se prolonga durante el verano y comienzos del otoño.
Viento y humedad, factores clave en la incidencia y el aumento de la sintomatología típica de este tipo de pólenes.
Para el Dr. Barceló existen dos componentes externos importantes en el polen: el viento y la humedad. «En todos los pólenes debemos tener muy en cuenta la influencia del viento, ya que cuando este viene de levante, es decir del mar, limpia el ambiente. Si por el contrario procede del poniente, o del norte, lo que aquí llamamos ´terral´, introduce las partículas hacia el interior y la incidencia es mucho mayor. Si hablamos de los ácaros, su incidencia va íntimamente ligada con la humedad relativa del ambiente, y para prevenirlos no sólo basta con permanecer en ambientes cerrados o con sacar y guardar la ropa de verano e invierno. A más lluvias mayor incidencia, de ahí que la reproducción de estos arácnidos sea muy complicada en climas secos».
Fotografías: Brijuni / Tosca Serveis Ambientals / Matt Lavin