Es un tratamiento de las enfermedades alérgicas de más de 100 años de uso cuyo objetivo es disminuir la sensibilidad a los alérgenos: ácaros del polvo, pólenes de plantas y árboes o animales como el gato o el perro.
Las vacunas de alergia pueden llegar a curar la enfermedad ya que se dirigen a la raíz del problema. Otros medicamentos como antihistamínicos o corticoides son efectivos, pero sólo se dirigen a los síntomas.
Las vacunas son el único tratamiento médico disponible dirigido a la raiz del problema alérgico
Actualmente se puede tratar con vacunas la rinitis alérgica, el asma y la alergia a insectos himenópteros. Está en investigación el tratamiento con vacunas para la alergia a alimentos o la dermatitis atópica.
Se recomienda iniciar las vacunas a partir de los cinco años de edad, no existiendo un límite máximo de edad para comenzar con el tratamiento.
Se administran dosis gradualmente mayores de la sustancia responsable con el objetivo de que el paciente llegue a tolerarlo.
El objetivo final es que desaparezcan o disminuyan los síntomas de la alergia cuando el paciente se vea expuesto a esas sustancias (alérgenos).
Aunque muchas vacunas sublinguales no necesitan especiales medidas de conservación, las subcutáneas deberán ser mantenenidas en frigorífico.
Las sublinguales se pueden tomar en el domicilio del paciente. Si la vacuna es subcutánea deberá ponersela en un centro de salud, hospital o centro médico.
No debe administrarse en caso de fiebre, sensación de asfixia o “pitos” en el pecho. Tampoco si es asmático y está acatarrado o si tiene cualquier tipo de infección, crisis de asma o rinitis.
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