Alergia a hongos
La alergia a hongos se produce por las esporas que se encuentan tanto en el interior como en el exterior de las casas
Los mohos son hongos de muy pequeño tamaño (se necesita microscopio para verlos) sin tallos, raíces ni hojas.
Se reproducen mediante esporas (equivalente a las semillas), que flotan en el aire como el polen. Esas esporas se pueden contar en muestras del aire, dando una idea de los niveles de hongos en cada momento.
A diferencia del polen, los hongos no tienen una temporada específica: están presente a lo largo del año en muchas zonas geográficas. Sus niveles van variando, según ciertas condiciones meteorológicas como el viento, la lluvia o la temperatura.
La «alergia a la humedad» es realmente una hipersensibilidad a las esporas ambientales de los hongos
Los hongos pueden causar síntomas en cualquier época del año, pero en condiciones de más humedad, temperaturas templadas y atmósfera inestable, proliferan en mayor cantidad.
Estas condiciones se dan más a finales de verano y otoño. No obstante, en muchos lugares pueden hallarse presentes durante todo el año.
Entre los hongs más comunes presentes en el aire y que pueden producir alergias cabe mencionar la alternaria, cladosporium y aspergillus.
Síntomas que produce la alergia a los hongos
El 5% de la población presenta síntomas alérgicos producidos por los hongos.
Es muy conocida la capacidad de la alternaria para provocar alergias, fundamentalmente asma bronquial.
También pueden ser una causa importante de otras enfermedades alérgicas, incluyendo la rinitis alérgica y en menor medida la dermatitis atópica.
Otras enfermedades alérgicas con relación a los hongos es la aspergilosis broncopulmonar alérgica, la sinusitis fúngica alérgica y las neumonitis por hipersensibilidad
La alergia a hongos se conoce desde hace varios siglos: en 1726 ya está descrito un caso de rinitis y ahogo en un paciente que entró en una bodega.
Donde se encuentran los hongos
Los hongos pueden estar resentes en casi todo hábitat posible: se comportan como alérgenos de interior y de exterior.
Necesitan humedad para desarrollarse, por lo que en los hogares se puede encontrar en viviendas húmedas, oscuras, poco soleadas y poco ventiladas.
Se localizan en el interiores de áticos, sótanos, baños, refrigeradores y en otras áreas donde se guarden alimentos, basura, alfombras y tapices.
En el exterior se pueden encontrar flotando en el aire libre, en la tierra (por ejemplo en la tierra húmeda de las macetas), la vegetación y la madera que se pudre.