7 mitos en alergias a alimentos
Desmontando mitos: La verdad detrás de las alergias alimentarias
¿Te preocupa padecer alergia a alimentos? No estás solo.
Casi un millón y medio de españoles podrían sufrirla, y el número sigue en aumento, especialmente entre los niños. Sin embargo, diferenciar entre una reacción alérgica y otros síntomas puede ser difícil, lo que lleva a muchos mitos sobre las alergias alimentarias.
¿Has sentido picores en la piel con ronchas, vómitos, diarrea o dificultad para respirar después de comer algún alimento? Podrías tener una alergia alimentaria. Pero no te dejes engañar por los mitos comunes. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber para separar los hechos de la ficción en la alergia a alimentos.
Mito 1: ¿Son parecidas las alergias e intolerancias alimentarias?
Las alergias se producen cuando nuestro sistema inmunológico reconoce un alimento como extraño y lo ataca de forma incorrecta, produciendo anticuerpos IgE que pueden ser detectados en la piel o en la sangre. Pero las intolerancias son diferentes: son causadas por alteraciones en el sistema digestivo o en el metabolismo que pueden dificultar la digestión o absorción de ciertos alimentos. A diferencia de las alergias, no generan anticuerpos y por lo tanto no se pueden detectar ni en la piel ni en la sangre.
Mito 2: las fresas y el chocolate producen muchas alergias
Algunos alimentos pueden contener histamina, una sustancia que puede causar picores y ronchas en la piel. Y algunos alimentos estimulan la liberación de histamina en el cuerpo, como las fresas, el cacao o los mariscos. Estos alimentos pueden producir alergias o reacciones en la piel similares a las alergias.
Mito 3: No pasa nada por probar un poquito
¿Sabías que la mayoría de las personas con alergias alimentarias pueden presentar síntomas incluso con pequeñas cantidades del alimento que les causa la reacción alérgica? ¡Incluso el humo de la comida al cocinarse puede desencadenar una reacción grave en algunos pacientes!
Es por eso que es fundamental que las personas alérgicas a los alimentos eviten todo contacto con el alimento responsable para evitar reacciones potencialmente peligrosas. Aunque puede ser difícil, es importante aprender a leer las etiquetas de los alimentos y preguntar sobre los ingredientes en los restaurantes.
Mito 4: No entiendo porqué me aparece una alergia alimentaria si soy adulto
¿Piensas que las alergias alimentarias solo afectan a los niños? Piénsalo de nuevo: Las alergias a los alimentos pueden aparecer a cualquier edad, incluso en adultos que anteriormente toleraban esos alimentos sin problemas.
Lo que es aún más interesante es que las alergias alimentarias que aparecen en adultos tienen más probabilidades de persistir a lo largo de la vida, mientras que en los niños pueden desaparecer espontáneamente. Esto es especialmente común en alergias a alimentos como la leche de vaca, huevo, trigo y soja.
Mito 5: Cocinando este alimento ya no va a provocarme alergia
¡Ojo con lo que calientas! ¿Por qué cocinar no siempre elimina las alergias alimentarias?La reacción alérgica se debe a las proteínas del alimento, y algunas de esas proteínas suelen aguantar bien el calentamiento. Se llaman termoestables, como las proteínas LTP de los alimentos vegetales.
Es cierto que hay otras proteínas que son termolábiles, es decir, cambian con el calentamiento. En este caso sí los podrían tolerar. Es la situación de las profilinas.
Mito 6: si tengo alergias a las nueces, no puedo comer otros frutos secos
¿Sabías que cuando hablamos de alergia a «frutos secos» en realidad nos referimos a una categoría muy amplia que incluye alimentos muy diferentes entre sí? Por ejemplo, el cacahuete es parte de la familia de las legumbres, mientras que las almendras pertenecen a la familia de las rosáceas, que incluye a las manzanas, peras, fresas y melocotones.
Por eso es importante entender que no todas las personas alérgicas a un tipo de fruto seco lo son a todos ellos. De hecho, es posible que alguien que tenga alergia a las almendras, pueda tolerar otros frutos secos. Por ello, es fundamental realizar un estudio individualizado de cada paciente para determinar su tolerancia a distintos alimentos y así evitar reacciones alérgicas.
Mito 7: la miel es buena para los alérgicos al polen
Para las personas que sufren de alergia al polen, la miel puede parecer una solución natural y atractiva. Desafortunadamente, la miel puede ser una fuente potencial de problemas.
La miel se produce a partir del néctar de las flores recolectado por las abejas. A medida que las abejas recolectan el néctar, también recogen el polen de las flores. Este polen se adhiere a sus cuerpos y se transfiere a la miel. Por lo tanto, la miel puede contener pequeñas cantidades de polen.
Para alguien con alergias al polen, incluso una pequeña cantidad de polen puede desencadenar una reacción alérgica. Si bien es posible que la miel de una región específica contenga polen de plantas a las que una persona es alérgica, no existe una forma de garantizar que la miel que se consume esté libre de polen alergénico.
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Revisado: 6 de mayo de 2023 Fecha primera publicación: 18 marzo 2013
Imágenes: Devon Breen Engin Akyurt Pixabay