Se da en el 2-3% de los niños
Fundamentalmente al sustituir la leche materna por una fórmula adaptada
Es más frecuente si hay antecedentes de alergia familiares
De todos los productos que contengan leches de origen animal y sus derivados.
No se puede sustituir por leche de cabra o de oveja, ya que las proteínas son similares y el paciente pueden sufrir reacciones.
La leche se usa en sitios que ni siquiera sospecharíamos. Se emplea en salsas, embutidos, repostería y como conservante de muchos alimentos preparados.
Se trata de restos que pueden quedar en los alimentos cuando son preparados. Por ejemplo, una fábrica puede producir leche un día y frutos secos al día siguiente. Avisará a los consumidores de los frutos secos de que "puede contener trazas de leche"
Para evitar problemas con el crecimiento, se debe sustituir la leche de vaca por fórmulas especiales de sustitución.
Las más adecuadas son las fórmulas hidrolizadas, un método químico que consiste en separar las proteínas en sus aminoácidos para que pierda su capacidad de producir alergias.
La leche de soja es una opción en los alérgicos a la leche de vaca. Es equilibrada y tiene un buen valor nutritivo, aunque no tanto como la leche de vaca.
Los alérgicos a la leche de vaca pueden tomar bebidas de almendras o avena, pero sabiendo que no tienen el mismo valor nutritivo que la leche de vaca o la de soja.
La justicia europea no permite llamar "leche" a los productos derivados de vegetales para evitar la confusión en los consumidores europeos.
Lo mismo ocurre con los productos lácteos como la nata, mantequilla, queso o yogur: sólo pueden utilizarse para derivados de la leche.
El tratamiento de desensibilización, inducción a la tolerancia o SOTI consiste en la administración de pequeñas cantidades crecientes de la leche de vaca hasta que el niño llega a tolerarla.
Es una modalidad de tratamiento con altos porcentajes de éxito, pero no está exento de riesgos, por lo que se debe hacer por médicos especialistas y siempre en hospitales.